lunes, 4 de abril de 2016

CONSEJOS PARA DORMIR BIEN



Pasamos casi una tercera parte de nuestra vida dormidos, lo que significa que la mayoría de nosotros duerme casi 3000 horas al año. No obstante, cada vez existen más personas con problemas para lograr conciliar el sueño.


Para muchos de nosotros, el sueño es una fuente de energía, tanto mental como física. El día que no dormimos bien nos notamos un poco atontados y conforme avanza el día puede que incluso algo irritables. ¿Qué pasaría si estas malas noches se repitieran varios días seguidos? ¿Y si se repitieran durante años?

Las personas que presentan problemas para dormir pueden sufrir a largo plazo un grave deterioro de su calidad de vida.  Algunas consecuencias de la falta de sueño pueden ser:



- Disminución de la autoestima.

- Aparición de síntomas ansiosos y depresivos.

- Deterioro de nuestras relaciones sociales.

- Falta de eficiencia y productividad en el trabajo.

- Deterioro de nuestra apariencia física.

- Aparición de problemas de salud.


Por este motivo, a continuación se presentan una serie de consejos con la finalidad de aprender hábitos saludables para nuestra higiene del sueño:

- Hacer ejercicio: El ejercicio físico diario resulta un perfecto aliado para lograr conciliar el sueño con facilidad.

- Alimentación: Será conveniente que no cenemos en exceso antes de irnos a dormir. Para ello, se recomienda una cena ligera pero que nos deje saciados. Asimismo, es aconsejable evitar las bebidas alcohólicas, los refrescos con cafeína, el café y el té.

- Desconectar de la rutina: Al menos dos horas antes de acostarse es recomendable no hacer caso al móvil ni al ordenador. De esta manera, nos aseguramos de poder desconectarnos de toda la actividad acumulada durante el día. Para ello, conviene realizar una tarea que no tenga nada que ver con nuestra vida laboral.

- Acostarse y levantarse siempre a la misma hora: De esta manera, estaremos ayudando a reajustar nuestro reloj biológico del sueño.

- Necesidades vitales: Cuando nos acostemos hay que hacerlo sin hambre, ganas de ir al baño o sed, ya que todo ello puede interrumpir nuestro descanso.

- La cama como santuario del sueño: Ver la televisión o leer un libro se puede hacer en el salón o en otro sitio, pero no en la cama. A la cama se va a dormir.

- Olvida tus preocupaciones: Como hemos visto, el momento de irse a la cama es sinónimo de descanso y tranquilidad, por lo que deja las preocupaciones para otro momento. El “hablar con la almohada” se va a acabar.

- Técnicas de relajación: Existen diversos métodos de relajación que nos ayudarán para mantener nuestros niveles de estrés a raya.



Aquí os dejo estos consejos, pero de nada servirán si no los llevas a cabo. Si tienes algunos problemas para dormir, despiértate y ponlos en práctica. De esta manera, afrontarás cada día con la energía necesaria. 



0 comentarios:

Publicar un comentario