miércoles, 16 de septiembre de 2015

SÍNDROME POSTVACACIONAL. DE VUELTA A LA RUTINA DIARIA.

Se entiende como síndrome postvacacional al proceso de estrés que tiene lugar una vez terminamos nuestras merecidas vacaciones y no nos queda más remedio que volver  a la rutina laboral.


Todo este estrés se produce como consecuencia de readaptarnos a las demandas que el medio ejerce sobre nosotros, como bien puede ser levantarse a una hora determinada, dirigirse a un lugar concreto o realizar tareas específicas en nuestro trabajo. Estas `nuevas’ responsabilidades generan un mayor nivel de activación (físico, conductual y cognitivo) que el que estamos acostumbrados a tener durante nuestro período vacacional, produciendo una reacción de estrés.

Cabe destacar que este estrés que experimentamos a la vuelta al trabajo es un proceso normal, siendo llevadero para la mayoría de las personas. Sin embargo, a otros les cuesta volver a adaptarse a este ritmo activo de vida, afrontándolo con menos motivación y mostrando un rendimiento más bajo de lo habitual.

CONSECUENCIAS

Toda exposición prolongada a un estrés intenso conlleva unas consecuencias a largo plazo:
  • Trastornos de ansiedad (trastorno de pánico, de estrés agudo, etc).
  • Trastornos del estado de ánimo (trastorno depresivo mayor).
  • Trastorno por consumo de sustancias.
  • Trastornos psicofisiológicos (cardiovasculares, respiratorios, etc).

CONSEJOS PARA SUPERAR EL SÍNDROME POSTVACACIONAL

  • Prevenir su aparición: Como mejor opción, lo ideal será trabajar en una actividad que sea de nuestro agrado y disfrutar de unas vacaciones relajantes.
  • Organizar la vuelta al trabajo: En muchas ocasiones se nos echa el tiempo encima y sin darnos cuenta, ya toca volver al trabajo. Para evitar esta desagradable situación, conviene tomarse un par de días antes del regreso laboral para poner todas las cosas en marcha.
  • ¿Trabajo? Sí, pero poco a poco: Organizar los horarios de trabajo y clasificar las tareas a realizar en función de su importancia y su dificultad nos facilitará una correcta adaptación.
  • La importancia de dormir: Es necesario respetar nuestras horas de sueño con la finalidad de evitar síntomas de ansiedad, cansancio y fatiga. Para ello, lo recomendable es dormir 8 horas y evitar las siestas (aunque nos cueste), al menos los primeros días.
  • Hacer ejercicio: El deporte se postula como una de las alternativas más eficaces a la hora de liberar todo el estrés acumulado durante la jornada laboral.
  • Controlar el consumo de alcohol y cafeína: El consumo de estas sustancias genera síntomas típicos (depresivos y ansiógenos) del síndrome postvacacional.
  • Dedicar tiempo al ocio: El día tiene 24 horas, así que no dediques todo el tiempo al trabajo. Saca un tiempo para ti mismo y para aquellas actividades con las que más disfrutas.
  • Ser realista y positivo: El estrés que nos produce una situación determinada depende de las consecuencias que anticipamos, sin embargo a veces exageramos las consecuencias negativas.



Álvaro Herrero Vadillo

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